HOTELES
ALIADOS DEL “ENEMIGO”
Actualmente,
debido a la crisis y los problemas en el mercado, los productores o dueños de
empresas buscan continuamente nuevas ideas con las que poder destacar en el
mercado y volver a conseguir los resultados que tenían antes de este periodo de
caída.
El modelo de negocio que ha surgido ofrece la
llamada “economía colaborativa”, que literalmente significa “compartiendo
economía”, pero lo que la diferencia del resto es que esta se basa en las tecnologías
de la información, es decir, busca las interrelaciones entre los individuos de
forma masiva.
Esta economía, permite a los vendedores establecer
una relación más cercana con los clientes, poder aprender de los comentarios
sinceros de estos, y poder seguir manteniendo el contacto para dejar una
satisfacción más alta en ellos.
Las primeras empresas que empezaron a usar una
economía colaborativa fueron empresas de alquiler de apartamentos o de
habitaciones. Estas empresas tratan de ofrecer algo distinto al alojamiento
habitual, más barato, más cómodo, que te haga sentir como en tu casa y, sobre
todo, no se suele dirigir a ese segmento de mercado que busca pensión completa
y no salir del alojamiento. Al contrario, se dirigen a un segmento más joven,
que busca estar en un sitio céntrico, que pasa la mayor parte del tiempo fuera
del alojamiento, por lo que no necesita todos los servicios que te ofrece un
hotel y, generalmente, tienen un poder adquisitivo bajo.
Al principio muchas empresas hoteleras rechazaban
este modelo de economía, pero poco a poco se han ido dando cuenta de que esta
cada vez está creciendo a más velocidad y, o se adaptan y se suman a ella, o se
quedarán un paso más atrás. Algunas de las empresas que se han sumado a esto
son Room Mate (que fue la primera) Accor, Hightech o Hyatt entre otras.
Por el contrario, otras empresas hoteleras, como
Meliá, no ven la necesidad de “subirse a este tren”, ya que sus servicios no
están destinados a este tipo de clientes que no necesitan los servicios
completos del hotel, si no que están orientadas a un tipo de clientela de poder
adquisitivo medio-alto y que buscan unos servicios dentro y no fuera del hotel.
También la seguridad que tiene Meliá con este tipo de mercado emergente puede
ser, entre otras cosas, debido a la alta fidelización de clientes que tiene, ya
que ofrecen un servicio de calidad y satisfactorio, además de la experiencia en el sector que
tienen.
Otro de los elementos clave de este nuevo modelo
de negocio, se encuentra en la legalidad de éstos, ya que no existe una norma legal
común a todas las comunidades autónomas y esto supone una competencia
“injusta”. La evasión de impuestos de estos apartamentos supone uno de los grandes
problemas para este mercado emergente.
Aunque el mercado hotelero no está solo ante estos
problemas de los nuevos oferentes, si no que las empresas ya consolidadas del
sector servicios les acompañan en esta crisis. Un claro ejemplo fue lo sucedido
el 11 de junio de 2014, cuando tuvo lugar una huelga
de taxis en las principales ciudades europeas para protestar por el intrusismo
de los transportes alternativos contratados a través de plataformas digitales
como Uber y Blablacar.
Un portavoz de Uber, que en sólo cuatro años de
existencia opera en 132 países y vale 18 000 millones de dólares, declaró: «Las
protestas son excesivas y lo único que pretenden es mantener la industria en un
estado inmovilista».
también ha sido
objeto de polémicas. A principios de 2014 la fiscalía de Nueva York inició una
investigación ya que en la ciudad es ilegal alquilar un apartamento completo
por menos de 30 días. Un portavoz de la empresa afirmó: «Queremos trabajar con
todas las partes implicadas en una regulación justa que permita a las personas
alquilar de forma ocasional la casa en la que viven». España es el tercer
mercado más importante para Airbnb donde cuenta con más de 57 000 propiedades
en su oferta de alquileres.
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