domingo, 17 de abril de 2016

El impacto de la economía colaborativa


La economía colaborativa está a la orden del día, como prueba de ello podemos encontrar numerosas aplicaciones o páginas webs que intentan lucrarse del interés de las personas de adquirir bienes o servicios a menor precio que de las formas tradicionales.
El turismo, sector que está en desarrollo continuo no ha sido inferior a otros sectores, y ha conseguido introducirse en este negocio conocido como economía colaborativa. Prueba de ello podemos encontrar plataformas como Airbnb, que ofertan un techo y una cama en las ciudades más caras y prestigiosas a un precio reducido, gracias a la colaboración con particulares.
En el caso de España, Room Mate dirigida por Kike Sarasola ha sido pionera en este negocio, y ha conseguido complementar su oferta de hoteles tradicionales con una plataforma  que conecta a los dueños de apartamentos con sus clientes e incluye servicios de hoteles.
 Esta modalidad de alojamiento está comenzado a aumentar su demanda, debido a las facilidades que ofrecen, el bajo precio y las buenas valoraciones de los usuarios que han consumido este tipo de producto.
Por otro lado, este negocio ha recibido un gran número de críticas provenientes principalmente de la industria hotelera tradicional, puesto que ven peligrar su principal fuente de ingresos, y tachan de competencia desleal así como de tratar  evadir impuestos a Hacienda a las empresas que realizan esta práctica.
 Poco a poco son más las empresas que deciden adentrarse dentro de la economía colaborativa. Prueba de ello en el ámbito europeo y nacional podemos encontrar un número considerable de empresas que invierten importantes cantidades de dinero como es el caso de Accor, una plataforma de alquiler de viviendas vacacionales en destinos turísticos como Francia, España y Marruecos que ha adquirido el 49% de Squarebreak.

Como conclusión podemos decir que debido al entorno económico-social en el que nos encontramos, que está en constante cambio, las empresas buscan adaptarse y ser competitivas, por tanto buscan adecuar tanto su filosofía como su cultura a las necesidades del entorno y del mercado. Por ello las empresas del sector turístico gracias a las nuevas tecnologías, las redes sociales y a otros factores tratan de hacerse un hueco dentro de la economía colaborativa.

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