El nuevo entorno y los nuevos consumidores.
Los primeros días de este mes de abril han destacado por el
alto volumen de artículos que tratan el tema de la economía colaborativa. Y es
que ésta, está revolucionando la oferta de bienes y servicios en nuestro país,
y con ella la demanda.
Y es que cada vez son más las empresas que están compitiendo
en el mercado basándose en los principios de esta economía, ejemplos tan
destacados como Airbnb, Uber o BlaBlaCar.
Partimos de la teoría para definir los límites en los que
está englobada cada parte del entorno del tema a tratar:
Las empresas involucradas en este caso
serían las que practican la tan de moda “economía colaborativa”, que ofrecen al
mercado bienes y servicios que unos
años atrás sería casi impensable comercializar.
Si hablamos
de microentorno, podríamos
decir que los intermediarios reales
son las plataformas oferentes, ya que los bienes y servicios son privados, pero
necesitan una conexión entre comprador-vendedor. A su vez, estas plataformas
necesitan del suministro de bienes y
servicios que alquilar (por los vendedores primeros, los propietarios). Así que
nos encontramos con que las empresas que practican este tipo de economía no
existirían sin proveedores y, probablemente, los proveedores tampoco lo harían
(al menos de manera tan eficiente) sin los intermediarios, y es que estos
intermediarios que están surgiendo de esta manera tan peculiar y tan
“novedosa”, cada día incrementan su cuota de mercado y con ello sus ofertas a
los clientes y sus demandas a los proveedores.
Las instituciones,
desde nuestro punto de vista, no han sabido (o no han querido) reaccionar con
una normativa debido, probablemente, a la reciente incorporación de estos
negocios y a su rápido y descontrolado crecimiento.
El apartado de competencia
es comprometido, algunos hoteles recriminan una competencia desleal, mientras
que otros intentan adaptarse a este nuevo mercado (por ejemplo, Rommate),
cuestionándose (y cuestionándonos) en todo momento si realmente “se hacen la
competencia”, ya que no terminan de ser el mismo bien.
El macroentorno
influencia desde varias perspectivas.
A la hora de hablar del entorno
político legal, nos encontramos con una “ensalada de normas” y su
consiguiente evasión de impuestos. Este tipo de negocios se encuentran en
situación alegal, y su consiguiente falta de respaldo a los consumidores al no
estar reglados.
Aparecen los “millennials” (entorno demográfico), suelen ser personas formadas (entorno socio-cultural), que se manejan
perfectamente con las nuevas tecnologías
(demandan estar comunicados, wi-fi) y están comprometidos con el medio ambiente. Un punto muy a su favor
que tiene este tipo de economía es que, al ser compartida (colaborativa), evita
que se construyan apartamentos y se puede compartir coche, entre otros, lo que
contribuye positivamente a la sostenibilidad ambiental.
En la época en la que vivimos es muy importante el precio de las cosas, ya sea porque tenemos un presupuesto ajustado o porque lo queremos diversificar en diferentes lugares.
Si volvemos a hablar de TICs, estas empresas no serían como ahora las concebimos, se fundamentan en la venta online sin espacios físicos donde venderse o promocionarse.
Y debemos conectar la parte del macroentorno con el nuevo tipo de consumidor y estas características que le están representando.
Se ha redefinido la manera de comunicar al cliente con el vendedor, es decir, el mercado y sus participantes han evolucionado y lo siguen haciendo día a día, y esta evolución se está llevando a cabo en gran parte por las TICs, que son uno de los factores que más definen a los nuevos consumidores, los “millenials”.
Lo que los millennials buscan a la hora de comprar es muy
diferente a lo que buscaban las generaciones anteriores, y esto se ha dado como
consecuencia de una serie de cambios en sus hábitos
y en su estilo de vida.
Llegar a este segmento de mercado requiere nuevas técnicas
de actuación . Como ya sabemos, estos consumidores destacan por consumir mucha
información en la red, y además, emplean internet para compartir sus
experiencias como consumidores y comparar opiniones sobre los productos que les
interesa consumir. Un 38% optan por las imágenes como mejor medio de
comunicación, y un 62% por el texto.
Por todo esto podemos concluir que la esperanza de vida de una empresa aumentará sí esta tiene valores semejantes a los de la generación.
Por estas razones están teniendo tanto éxito las plataformas
y empresas como Airbnb, BlaBlaCAr…, porque se están adaptando a lo que el
consumidor está pidiendo: “La personalización”, “la diferencia”.
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